Categoría: Prensa

Niñez, Juventud y Calle: Una Mirada Desde los Derechos Humanos

Visibilizar las desventajas de género en el trabajo Infantil Callejero

En Oaxaca, el 73% de trabajadores en calle son hombres, mientras el 27% son mujeres.

Oaxaca de Juárez, Oax. “La niñas y mujeres que trabajan en calle tienen muchos riesgos y peligros: sufrimos acoso, nos dicen groserías y estamos expuestas a violencia por parte de hombres” Keilah, egresada del programa CANICA.

Academia, gobierno estatal y municipal, organizaciones de la sociedad civil y sociedad en general, se reúnen en el Hotel Quinta Real Oaxaca en el 4to Foro Anual CANICA “Niñez, Juventud y Calle: Una Mirada Desde los Derechos Humanos” para generar acciones en beneficio de las niñas, niños y jóvenes con vínculos desfavorables con la calle.

Durante el conversatorio “Género y Trabajo Infantil Callejero”, por el Dr. Carlos Díaz y participantes del programa de CANICA, se analizó la influencia del género en el proceso de callejerización y cómo estas diferencias entre niñas y niños se convierten en desigualdades donde existe una valoración y reconocimiento a los niños como trabajadores-proveedores-protectores mientras una invisibilidad de las niñas a pesar de tener una agencia más amplia como trabajadoras-proveedoras-protectoras- cuidadoras.

De acuerdo con la investigación del Dr. Carlos Díaz y CANICA, el 73% de trabajadores en calle son hombres mientras el 27% son mujeres. Sin embargo, son las mujeres quienes sufren un desdén hacia su trabajo y, por lo común, carecen de pago, de reconocimiento y, además, son invisibilizadas.

Así mismo, se realizaron mesas de trabajo con todos los participantes para generar acciones en beneficio de la niñez y juventud con vínculos desfavorables con la calle para garantizar sus derechos de identidad, educación, una vida libre de violencia, vivir en familia, al descanso y esparcimiento, nutrición y salud mental.

Al finalizar, los participantes agradecieron que se generen este tipo de espacios e investigaciones que abordan y visibilizan una problemática tan normalizada y, lamentablemente, arraigada en Oaxaca: trabajo infantil callejero. A su vez, coincidieron en que el trabajo conjunto, interinstitucional y ciudadano, es fundamental para que se garanticen los derechos de la niñez oaxaqueña.

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Texto y foto por CANICA de Oaxaca

Con ludoteca, buscan erradicar el trabajo infantil en centro histórico

Se espera que durante dos viernes de cada mes esta iniciativa móvil se presente en la Alameda de León, Ciudad de Oaxaca.

Al identificar al centro histórico de la ciudad de Oaxaca como uno de los principales lugares donde se ejerce el trabajo infantil o de menores que acompañan a sus padres en jornadas laborales, en 2007 fue instalada una ludoteca móvil para atender a esta población.

Aunque en 2018 se vio frenada por el costo de la autorización municipal y luego por la pandemia, fue el pasado viernes cuando se reactivó.

“Uno de sus objetivos es reducir la jornada laboral de niños”, cuenta María Elena Pérez Martínez, del área de Contacto y Sensibilización del Centro de Apoyo al Niño de la Calle de Oaxaca(CANICA), asociación civil responsable de la ludoteca.

A decir Pérez, otra de las intenciones es que con la ludoteca se identifique a “aquellos niños que pudieran pertenecer al programa” de atención y apoyo de la asociación “y visitarlos en el lugar de trabajo de sus papás para que formen parte del programa”.

El viernes, en la ludoteca había infantes de padres que trabajaban en la vía pública como de visitantes. Que estos últimos participen, señala Pérez, es que los niños que trabajan en calle o acompañan estas jornadas se relacionen con menores que tienen mejores oportunidades de desarrollo que ellos.

La asociación espera que esta ludoteca, que se contempla colocar dos veces al mes, ayude también a identificar el número y características o circunstancias de menores involucrados en el trabajo infantil en esta parte de la capital.

María Elena Pérez Martínez cuenta que la implementación de esta ludoteca data de un estudio de 2006, aunque empezó a operar en 2007.

“Trabajábamos en ese momento con niños que laboraban en el Mercado de Abastos y en los principales cruceros de la ciudad. En ese momento, vimos que la niñez que trabajaba en el centro histórico era dejada a un lado y tampoco podía acceder al centro comunitario de Canica”

En este regreso, Pérez explica que la autoridad municipal ya les otorgó el permiso (sin cobro) para instalarse dos veces al mes, de 14:00 a 17:00 horas cada 15 días. La primera jornada inició el pasado viernes y a decir de María Elena hubo una respuesta muy favorable de parte de padres e infantes que laboran o acompañan a estos en sus jornadas. Las próximas jornadas serán el 8 y el 22 de abril.

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Noticia extraída de El Imparcial.

Redacción: Lisbeth Mejía Reyes

Foto: CANICA de Oaxaca

Fecha de publicación: Lun, 28/03/22

link de la información: https://imparcialoaxaca.mx/oaxaca/638473/con-ludoteca-buscan-erradicar-el-trabajo-infantil-en-centro-historico/

Asociación CANICA da un rato de juego a niños trabajadores de Oaxaca.

Con la economía golpeada por la pandemia y la afluencia turística por la cercanía de la Semana Santa, el trabajo volvió a formar parte de la cotidianidad de la ciudad de Oaxaca: niños que sobre el pecho sostienen el peso de una caja de madera repleta de dulces o niñas que ofrecen artesanías es la imagen de una realidad que se normaliza.

Pero también los hay “ayudando” en pequeños comercios o en los hogares con labores domésticas no remuneradas.

El Inegi, a través de si Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, aplicada en el cuarto trimestre del 2019, reporta que el 21.5% de la población de 5 a 17 años en Oaxaca trabaja, la cifra más alta a nivel nacional.

“No sólo las familias sino de la autoridades y la sociedad debemos dejar de ver el trabajo infantil como normal y empezar a verlo como un problema que violenta el derecho que tienen las infancias a jugar, a ir a la escuela”, analiza el Coordinador de Desarrollo Institucional del Centro de Apoyo al Niño de la Calle de Oaxaca (Canica), Alejandro Rafael Lima.

Para que niñas y niños que acompañan a su familia o trabajan en calle, este viernes esa asociación civil montó por tres horas una ludoteca móvil, una forma de garantizar su derecho al juego o de reducir el tiempo que pasan trabajando.

Derecho a jugar

Con 30 tapetes para piso rugoso de varios colores y conos pequeños frente a la Catedral oaxaqueña, en la Alameda de León, momentáneamente hubo un espacio para los juegos de mesa.

El hijo y las dos hijas de Eneida, una mujer de 25 años que creció en el zócalo mientras su mamá vendía botellas con agua y refresco, fueron de los primeros en acercarse.

“Cuando mi mamá empezó a vender yo tenía ocho años”, recuerda una joven madre que carga a su cuarto hijo, ya que a los 15 años, después de concluir su secundaria, formó su propia familia.

“Se acostumbra una a vivir en el zócalo, a mí me gustaba andar vendiendo con mi mamá”, recuerda, pues de esa misma venta salía el dinero para que le comprara un globo o unas burbujas de jabón con los cuales entretenerse porque su mamá empezaba sus jornadas de trabajo a las 8:00 horas y terminaba hasta las 23:00 horas.

En la calle, el único sustento

Lucía, madre de Eneida, está por cumplir 44 años y 2021 retomó la venta de agua, dulces, galletas y cigarrillos en el zócalo y la Alameda:

“Yo llegué de San Pedro Quiatoni cuando mi hija estaba pequeña, me dedicaba a cuidarla a ella y a su hermano, pero cuando mi esposo cayó enfermó de la presión y luego le salió un tumor, tuve que salir a trabajar y lo único que podía hacer era vender en la calle”, rememora una mujer para quien mantener su economía familiar es sinónimo de dificultades.

Aunque Eneida tiene su propia familia, ha retomado el acompañamiento a su madre porque está enferma y ya no debería estar tanto tiempo fuera de casa, menos sin compañía.

La puerta de entrada a la situación de calle

Para Alejandro Rafael, acompañar a su madre o a su padre a trabajar en la calle normaliza en niñas y niños este tipo de actividades que les pone ante muchos riesgos.

“Cuando empiezan a trabajar empiezan a relacionarse con cosas no propias de su edad, como las drogas, la violencia por estar en espacios hostiles, la desintegración familiar, deserción escolar o vivir en la calle”, enumera.

La pandemia y el confinamiento obliga para evitar contagios de COVID-19 propició la parálisis de la mayoría de actividades económicas, incluyendo el trabajo infantil.

Deserción escolar

De 70 familias que atendía Canica antes de la pandemia, 18 volvieron a sus comunidades porque los ingresos que obtenían al trabajar en la calle disminuyeron y el riesgo de contagio era mayor.

En contraste, la deserción escolar de infantes aumentó.

De ocho alumnos en la aula multigrado que atendía Canica porque no asistían a la escuela, la cifra aumento a 32, “ya se que abandonan la escuela porque hubo cambios en su dinámica familiar o porque no podían seguir las clases a distancia”.

La encargada de contacto y sensibilización en Canica, María Elena Pérez Martínez, recuerda que no fue la pandemia lo que suspendió la instalación de la ludoteca móvil , sino más bien que hace cinco años las autoridades municipales pretendían cobrar mil 200 pesos por cada vez que lo hicieran, sin reparar que es una forma de que los niños que trabajan en calle tengan un momento para ejercer su derecho al juego, pues han asumido un rol de sostén económico que no les corresponde.

La ludoteca incluye realizar un recorrido focalizado para identificar a las y los niños que acompañan a su mamá o papá a trabajar, a fin de sensibilizar sobre el impacto de l trabajo infantil.

Trabajo infantil

15 años, la edad mínima establecida en México para trabajar.

6 horas diarias, jornada máxima para los mayores de 15 años y menores de 16 años que trabajan.

28.5 millones de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años viven en México.

2.2 millones de la población infantil trabaja.

19.3 millones realiza trabajo doméstico no remunerado.

21.5% de la población de 5 a 17 años trabaja en Oaxaca.

Fuente: Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019

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Noticia extraída de Noticias, Voz e Imagen.

Redacción: Nadia Altamirano Díaz

Foto: CANICA de Oaxaca

fecha de publicación: Sáb, 26/03/22

link de la información: https://www.nvinoticias.com/oaxaca/general/asociacion-canica-da-un-rato-de-juego-ninos-trabajadores-de-oaxaca/128197

Hay desdén por el trabajo callejero de las niñas, dice acádemico

En América Latina es común que el trabajo infantil callejero de las niñas carezca de pago, de reconocimiento y que sea invisibilizado, señaló el académico Carlos Alberto Díaz González Méndez. Foto Yazmín Ortega Cortés / Archivo

Ciudad de México. En América Latina es común que el trabajo infantil callejero de las niñas carezca de pago, de reconocimiento y que sea invisibilizado, aunque en sus familias ellas sean las trabajadoras, proveedoras, protectoras, cuidadoras y algunas hasta estudiantes, señaló Carlos Alberto Díaz González Méndez, académico de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

En contraste, dijo, los niños portan la “fachada de trabajadores-proveedores” porque, aunque laboran, no contribuyen directamente al gasto familiar y se involucran poco en las labores domésticas.

Al presentar su conferencia Situaciones de calle: balance de la literatura en América Latina, en la cuarta sesión del Seminario Permanente del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Ibero, indicó que la falta de reconocimiento del trabajo de las niñas ocurre pese a que ellas son alrededor del 30 por ciento de los menores que laboran en las calles.

Díaz González también presentó un avance de su investigación La condición de género en el proceso de callejerización: la situación de los trabajadores y acompañantes en calle de la Zona Metropolitana de Oaxaca, en la que encontró que hay un olvido de la relación que tienen los grandes cambios estructurales en las familias, a las que se les finca la responsabilidad moral sobre la condición que tienen sus hijas e hijos.

Expuso que uno de los problemas es el papel sobredimensionado de las familias como factor explicativo de las situaciones de calle, por ejemplo, al señalar particularmente a las madres, por no poner suficiente atención a los estudios de sus hijos o porque son ellas mismas quienes los maltratan y golpean. Sin embargo, lo anterior ignora que el proceso de ‘callejerización’ responde a las precariedades económicas y laborales.

En Latinoamérica, donde han aumentado la pobreza y la desigualdad, “las estructuras económicas guardan una relación estrecha con el trabajo infantil en la calle, por lo que más bien éste es resultado de las vinculaciones irregulares, inestables y precarias de los adultos con el mercado laboral”, mencionó.

El especialistas de la Ibero indicó que las niñas, por su género, tienen un doble control, sobre su sexualidad, sus desplazamientos físicos y el juego en los espacios públicos, porque “ellas están vistas desde la indefensión y la fragilidad, por sus propias familias y por las instituciones del Estado”.

De ahí que, la literatura señale que hay que evitar estigmatizarlas y no caer en la reproducción de discursos que las minimicen y condicionen su agencia; sobre todo porque tienen una gran capacidad de adaptación y para encarar los distintos riesgos que hay en la calle, resaltó.

Destacó que pese a las condiciones adversas, cualesquiera que éstas sean, hay en la literatura una evidencia importante de que las niñas y los niños que trabajan en la calle tienen capacidad para organizarse, resistir a la adversidad, subvertirla y sobrevivir a ella. Esta agencia, que pasa por la racionalidad, reflexibilidad e intencionalidad de cada uno de ellos y ellas, está asociada también con sus proyecciones de futuro, que no cancelan, a pesar de estar condicionadas fuertemente por la precariedad, la violencia y las adicciones; para ellas y ellos “el futuro sigue existiendo”.

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Noticia extraída de La Jornada

Redacción: La Redacción

Foto: Yazmín Ortega Cortés

Fecha de publicación: Mié, 02/03/22

Link de la información: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/03/02/sociedad/se-invisibiliza-el-trabajo-infantil-callejero-de-las-ninas-segun-estudio/

Evidencian trabajo infantil en América Latina

Estudio revela que ante el aumento de la pobreza y la desigualdad, las estructuras económicas guardan una relación estrecha con el trabajo infantil en la calle.

CIUDAD DE MÉXICO

En América Latina es común que el trabajo infantil callejero de las niñas carezca de pago, de reconocimiento y que sea invisibilizado, aunque en sus familias ellas sean las trabajadoras, proveedoras, protectoras, cuidadoras y algunas hasta estudiantes. En contraste, los niños portan la “fachada de trabajadores-proveedores” porque, aunque laboran, no contribuyen directamente al gasto familiar y se involucran poco en las labores domésticas, afirmó el doctor Carlos Alberto Díaz González Méndez, académico de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Esta falta de reconocimiento ocurre pese a que alrededor del 30% de los menores trabajadores en la calle  son mujeres (niñas o adolescentes), según indica la literatura, agregó el doctor al presentar su conferencia Situaciones de calle: balance de la literatura en América Latina, en la cuarta sesión del Seminario Permanente del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO.

En la ponencia dio un avance de su investigación La condición de género en el proceso de callejerización: la situación de los trabajadores y acompañantes en calle de la Zona Metropolitana de Oaxaca, en la que  se analizaron sistemáticamente, libros, capítulos de libros, artículos científicos, informes gubernamentales, documentos de organismos internacionales y tesis producidas en la región. Díaz González encontró que hay un olvido de la relación que tienen los grandes cambios estructurales en las familias, a las que se les finca la responsabilidad moral sobre la condición que tienen sus  hijas e hijos en la calle.

Uno de los ejes de problematización que emerge del análisis de la literatura es el papel sobredimensionado de las familias como factor explicativo de las situaciones de calle, por ejemplo, al señalar particularmente a las madres, por no poner suficiente atención a los estudios de sus hijas(os) o porque son ellas mismas quienes los maltratan y golpean, provocándoles vinculaciones desfavorables con la calle. Sin embargo, lo anterior ignora que el proceso de ‘callejerización’ responde a las precariedades económicas y laborales.

Y es que, en Latinoamérica, donde han aumentado la pobreza y la desigualdad, las estructuras económicas guardan una relación estrecha con el trabajo infantil en la calle, por lo que más bien éste es resultado de las vinculaciones irregulares, inestables y precarias de los adultos con el mercado laboral, aclaró Díaz, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la IBERO, universidad jesuita de la Ciudad de México.

Al buscar respuestas a la pregunta matriz de su investigación: ¿cómo influyen los roles y posiciones de género en el proceso de callejerización en los niños, niñas y adolescentes de la Zona Metropolitana de Oaxaca?, el investigador encontró que los elementos implicados en el trabajo infantil están diferenciados en los niños y las niñas; respecto a la asistencia a la escuela, la regulación de las horas de trabajo, las ganancias económicas y su gestión por parte de los adultos.

Pero las niñas, por su género, tienen un doble control, sobre su sexualidad, sus desplazamientos físicos y el juego en los espacios públicos, porque “ellas están vistas desde la indefensión y la fragilidad, por sus propias familias y por las instituciones del Estado”. De ahí que, la literatura señale que hay que evitar estigmatizarlas y no caer en la reproducción de discursos que las minimicen y condicionen su agencia; sobre todo porque tienen una gran capacidad de adaptación y para encarar los distintos riesgos que hay en la calle.

Pese a las condiciones adversas, cualesquiera que éstas sean, hay en la literatura una evidencia importante de que las niñas y los niños que trabajan en la calle tienen capacidad para organizarse, resistir a la adversidad, subvertirla y sobrevivir a ella. Esta agencia, que pasa por la racionalidad, reflexibilidad e intencionalidad de cada uno de ellos y ellas, está asociada también con sus proyecciones de futuro, que no cancelan, a pesar de estar condicionadas fuertemente por la precariedad, la violencia y las adicciones; para ellas y ellos “el futuro sigue existiendo”, aseveró Díaz González Méndez.

El también coordinador de la línea de investigación de posgrado ‘La democracia y sus núcleos problemáticos: Actores, conflictos y desigualdades’ (en el Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas) comentó que al estudiar las situaciones de calle hay que poner el foco, no en las características de los individuos, sino en los procesos que atraviesan las personas, que tienen que ver con las interacciones territoriales, organizacionales y con los itinerarios entre instituciones públicas o asociaciones civiles en donde a veces son atendidos los niños y las niñas.

Algo sumamente importante es contextualizar los significados; el significado de trabajo, el significado de infancia, el significado de calle. Qué significa la calle desde el punto de vista del sujeto, no desde el punto de vista del investigador”.

Niñas y niños en situación de calle

Cabe decir que en la introducción de la versión escrita de su conferencia Situaciones de calle: balance de la literatura en América Latina, el Dr. Carlos Alberto Díaz González Méndez menciona: ‘Como preocupación social, pero también como inquietud científica, la literatura en ciencias sociales da cuenta de la emergencia de poblaciones callejeras desde los años ochenta del siglo XX, cuando la industrialización incentivó la migración del campo a la ciudad sin poder incluir a todos y todas en el trabajo formal asalariado’.

Las perspectivas, sin embargo, desde las que se abordan los fenómenos entrañan nociones específicas sobre la infancia que repercuten en la naturaleza y alcance de los análisis en términos epistemológicos, metodológicos y de los propios resultados. Hay investigaciones sobre situación de calle que ven en los niños y las niñas a una población peligrosa porque delinquen para sobrevivir o bien, porque se alejan de lo socialmente establecido y/o autorizado para su edad. Otras tantas, asumen que son individuos pasivos víctimas de las estructuras de la sociedad adulta. En contraste, existen miradas que los reconocen con capacidades de decisión y acción

En dicho documento, que es propiamente el avance de su investigación, el académico también señala que, para la elaboración de esta investigación, registró bibliografía acerca de tres objetos de estudio: situación de calle, trabajo infantil en calle y trabajo infantil. Este registro se apoyó en algunas claves orientadoras: género, condición étnica, relaciones entre lo público y lo privado, cambios en estructuras familiares y tensiones entre trabajo y familia. Posteriormente, analizó el material a través de una matriz que permitió identificar preguntas de investigación, argumentos, enfoques teóricos y hallazgos.

Si bien este artículo esboza los alcances del conocimiento en la región, deja fuera limitaciones importantes, entre las que destacan dos que se refuerzan mutuamente. La primera, es que las interrogantes utilizadas en las investigaciones son fundamentalmente de carácter descriptivo y orientadas a identificar causas de los fenómenos. La segunda, es la debilidad de los referentes teóricos incorporados, pues en su mayoría se trata con conceptos empíricos de muy bajo nivel de abstracción. Ambos aspectos, responden probablemente más al interés de diseñar modelos de intervención hacia poblaciones vulnerables, que a realizar desarrollos teóricos más complejos’.

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Noticia extraída de Excelsior

Redacción y foto: CUARTOOSCURO

Fecha de publicación: Mié, 02/03/22

Link de la información: https://www.excelsior.com.mx/nacional/evidencian-trabajo-infantil-en-america-latina/1435579

Invisibilizado, trabajo de niñas en situación en calle

En América Latina es común que el trabajo infantil callejero de las niñas carezca de pago, de reconocimiento y que sea invisibilizado, aunque en sus familias ellas sean las trabajadoras, proveedoras, protectoras, cuidadoras y algunas hasta estudiantes. En contraste, los niños portan la “fachada de trabajadores-proveedores” porque, aunque laboran, no contribuyen directamente al gasto familiar y se involucran poco en las labores domésticas, afirmó el doctor Carlos Alberto Díaz González Méndez, académico de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Esta falta de reconocimiento ocurre pese a que alrededor del 30% de los menores trabajadores en la calle son mujeres (niñas o adolescentes), según indica la literatura, agregó el doctor al presentar su conferencia Situaciones de calle: balance de la literatura en América Latina, en la cuarta sesión del Seminario Permanente del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO.

En la ponencia dio un avance de su investigación La condición de género en el proceso de callejerización: la situación de los trabajadores y acompañantes en calle de la Zona Metropolitana de Oaxaca, en la que se analizaron sistemáticamente, libros, capítulos de libros, artículos científicos, informes gubernamentales, documentos de organismos internacionales y tesis producidas en la región. Díaz González encontró que hay un olvido de la relación que tienen los grandes cambios estructurales en las familias, a las que se les finca la responsabilidad moral sobre la condición que tienen sus hijas e hijos en la calle.

Uno de los ejes de problematización que emerge del análisis de la literatura es el papel sobredimensionado de las familias como factor explicativo de las situaciones de calle, por ejemplo, al señalar particularmente a las madres, por no poner suficiente atención a los estudios de sus hijas(os) o porque son ellas mismas quienes los maltratan y golpean, provocándoles vinculaciones desfavorables con la calle. Sin embargo, lo anterior ignora que el proceso de ‘callejerización’ responde a las precariedades económicas y laborales.

Y es que, en Latinoamérica, donde han aumentado la pobreza y la desigualdad, las estructuras económicas guardan una relación estrecha con el trabajo infantil en la calle, por lo que más bien éste es resultado de las vinculaciones irregulares, inestables y precarias de los adultos con el mercado laboral, aclaró Díaz, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la IBERO, universidad jesuita de la Ciudad de México.

Al buscar respuestas a la pregunta matriz de su investigación: ¿cómo influyen los roles y posiciones de género en el proceso de callejerización en los niños, niñas y adolescentes de la Zona Metropolitana de Oaxaca?, el investigador encontró que los elementos implicados en el trabajo infantil están diferenciados en los niños y las niñas; respecto a la asistencia a la escuela, la regulación de las horas de trabajo, las ganancias económicas y su gestión por parte de los adultos.

Pero las niñas, por su género, tienen un doble control, sobre su sexualidad, sus desplazamientos físicos y el juego en los espacios públicos, porque “ellas están vistas desde la indefensión y la fragilidad, por sus propias familias y por las instituciones del Estado”. De ahí que, la literatura señale que hay que evitar estigmatizarlas y no caer en la reproducción de discursos que las minimicen y condicionen su agencia; sobre todo porque tienen una gran capacidad de adaptación y para encarar los distintos riesgos que hay en la calle.

Pese a las condiciones adversas, cualesquiera que éstas sean, hay en la literatura una evidencia importante de que las niñas y los niños que trabajan en la calle tienen capacidad para organizarse, resistir a la adversidad, subvertirla y sobrevivir a ella. Esta agencia, que pasa por la racionalidad, reflexibilidad e intencionalidad de cada uno de ellos y ellas, está asociada también con sus proyecciones de futuro, que no cancelan, a pesar de estar condicionadas fuertemente por la precariedad, la violencia y las adicciones; para ellas y ellos “el futuro sigue existiendo”, aseveró Díaz González Méndez.

El también coordinador de la línea de investigación de posgrado ‘La democracia y sus núcleos problemáticos: Actores, conflictos y desigualdades’ (en el Doctorado en Ciencias Sociales y Políticas) comentó que al estudiar las situaciones de calle hay que poner el foco, no en las características de los individuos, sino en los procesos que atraviesan las personas, que tienen que ver con las interacciones territoriales, organizacionales y con los itinerarios entre instituciones públicas o asociaciones civiles en donde a veces son atendidos los niños y las niñas.

“Algo sumamente importante es contextualizar los significados; el significado de trabajo, el significado de infancia, el significado de calle. Qué significa la calle desde el punto de vista del sujeto, no desde el punto de vista del investigador”.

Niñas y niños en situación de calle

Cabe decir que en la introducción de la versión escrita de su conferencia Situaciones de calle: balance de la literatura en América Latina, el Dr. Carlos Alberto Díaz González Méndez menciona: ‘Como preocupación social, pero también como inquietud científica, la literatura en ciencias sociales da cuenta de la emergencia de poblaciones callejeras desde los años ochenta del siglo XX, cuando la industrialización incentivó la migración del campo a la ciudad sin poder incluir a todos y todas en el trabajo formal asalariado’.

‘Las perspectivas, sin embargo, desde las que se abordan los fenómenos entrañan nociones específicas sobre la infancia que repercuten en la naturaleza y alcance de los análisis en términos epistemológicos, metodológicos y de los propios resultados. Hay investigaciones sobre situación de calle que ven en los niños y las niñas a una población peligrosa porque delinquen para sobrevivir o bien, porque se alejan de lo socialmente establecido y/o autorizado para su edad. Otras tantas, asumen que son individuos pasivos víctimas de las estructuras de la sociedad adulta. En contraste, existen miradas que los reconocen con capacidades de decisión y acción’. 

En dicho documento, que es propiamente el avance de su investigación, el académico también señala que para su elaboración registró bibliografía acerca de tres objetos de estudio: situación de calle, trabajo infantil en calle y trabajo infantil. Este registro se apoyó en algunas claves orientadoras: género, condición étnica, relaciones entre lo público y lo privado, cambios en estructuras familiares y tensiones entre trabajo y familia. Posteriormente, analizó el material a través de una matriz que permitió identificar preguntas de investigación, argumentos, enfoques teóricos y hallazgos.

‘Si bien este artículo esboza los alcances del conocimiento en la región, deja fuera limitaciones importantes, entre las que destacan dos que se refuerzan mutuamente. La primera, es que las interrogantes utilizadas en las investigaciones son fundamentalmente de carácter descriptivo y orientadas a identificar causas de los fenómenos. La segunda, es la debilidad de los referentes teóricos incorporados, pues en su mayoría se trata con conceptos empíricos de muy bajo nivel de abstracción. Ambos aspectos, responden probablemente más al interés de diseñar modelos de intervención hacia poblaciones vulnerables, que a realizar desarrollos teóricos más complejos’.

Este material se comparte con autorización de la IBERO

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Noticia extraída de desInformémonos

Fecha de publicación: Mié, 02/03/22

Link de la información: https://desinformemonos.org/invisibilizado-trabajo-de-ninas-en-situacion-de-calle/

Pandemia podría disparar casos de trabajo infantil en Oaxaca

Muchas familias han perdido 50% de sus ingresos

La crisis económica generada por la pandemia de la COVID-19 ha golpeado en un 50 por ciento en los ingresos de las familias que de por sí eran de escasos recursos, revela una encuesta realizada por la organización Centro de Apoyo al Niño de la Calle (Canica) A C.

Rafael Bucio Escobedo, director general de Canica, destacó que al inicio de la pandemia se realizó una muestra de cuáles eran las necesidades más urgentes en atención emocional en las familias, pero también conocer el impacto económico de la pandemia en el núcleo familiar.

“Queríamos ver el impacto en materia familiar y materia económica. Tan sólo en la población que nosotros atendemos, las familias vieron reducidos sus ingresos en promedio en un 50 por ciento. Estamos hablando de familias que ya desde antes de la pandemia vivían en situación de pobreza y pobreza extrema, esto implicaba consecuencias importantes”, destacó.

Lo anterior a su vez tiene un daño multiplicador en el acceso a la alimentación adecuada, salud y no se diga entretenimiento entre el sector infantil. “Esto los obligaba a incrementar las horas de trabajo en calle”, destacó.

Estudios recientes elaborados por organismos internacionales Human Rights Watch, advierte de un profundo y largo impacto negativo de la COVID-19 en los niños y las niñas de todo el mundo.

A groso modo, alerta que la pérdida empleo e ingresos que lleva a la inseguridad económica en las familias, incrementará los niveles de trabajo infantil, explotación sexual, embarazo adolescente y matrimonio infantil. 

Lo mismo está incrementando la incidencia de la violencia doméstica, en tanto que al aumentar la tasa de fallecimientos por las COVID-19, más niños y niñas estarán en situación de orfandad y expuestos a explotación y abusos.

Bucio Escobedo, destacó que otro estudio hecho por Save the Children que advierte del incremento de violencia hacia las niñas y perspectivas de incremento de embarazo infantil con un cálculo de 2.5 millones de matrimonios infantiles en los próximos cinco años.

“Evidentemente hay toda una serie de amenazas que la pandemia viene a acentuar pensando que una buena parte de la relación que se da en los derechos de los niños, están asociados a las carencias e imposibilidad del estado y la familia en garantizarlos. La crisis económica derivada de la pandemia definitivamente está amenazando y vulnerando de manera importante el bienestar de las niñas y los niños”.

En este sentido señaló que no sólo como organizaciones de la sociedad civil, también el estado debe de voltear a ver esta problemática y buscar soluciones que permitan detener estas amenazas.

Noticia extraída de NVI Noticias
Escrita por Citlalli Luciana
Con fotografías de Sin Nombre
Fecha de publicación: Lun, 10/12/2020 – 07:37
Link de la información: https://www.nvinoticias.com/nota/162968/pandemia-podria-disparar-casos-de-trabajo-infantil-en-oaxaca

Vacaciones de fin de año, un respiro económico para familias en Oaxaca

Las vacaciones escolares que a partir de mañana tiene Mariana, también lo son para María de la Paz, quien en las últimas 18 semanas ha tratado de no ser embestida por la vorágine de gastos que implica destinar una quinta parte de su ingreso diario para que su teléfono celular tenga saldo y su hija pueda tomar sus clases de nivel secundaria por internet.

En su casa, levantada en la pendiente de uno de los cerros que rodean a la ciudad de Oaxaca y evidencian el desorden urbano, María de la Paz no tiene teléfono fijo ni internet. Contar con el servicio significaría pagar mensualmente 570 pesos que los gastos cotidianos y los ingresos del día no le permiten.

Desde los cuatro años, María de la Paz acompañaba a su mamá, Ignacia, al mercado Margarita Maza de Juárez, conocido como Central de Abasto, donde vendía fruta, manteles, bolsas o “lo que fuera”.

Esa dinámica familiar impidió que María de la Paz estudiara más allá de la primaria: “Mi mamá ya no podía mandarme a la escuela; sus posibilidades ya no le daban para mantener una familia”; antes de ser mayor de edad comenzó a trabajar y a los 19 años se convirtió en mamá, primero de una hija que ahora tiene 29 años y después de una segunda hija ahora de 27, quien a los 15 años la hizo abuela.

María de la Paz no explica su árbol genealógico cuando habla de su nieta Mariana, la nombra como su hija porque desde pequeña la tiene a su cuidado, pero ha sido en este año, cuando la pandemia le hizo resentir todo: la venta de comida disminuyó en la Central de Abasto y las exigencias de estudiar a distancia han agotado sus precarias finanzas.

“Es muy complicado, porque es mucho gasto. Las ventas están muy bajas”, expresa evitando quejarse, pero consciente de que una recarga de 50 o 60 pesos al día para su celular a veces no es suficiente si Mariana debe tomar dos clases.

Educar y trabajar 

Como casi 900 mil estudiantes de nivel básico en Oaxaca inscritos en el ciclo escolar 2019-2020, Mariana terminó el ciclo sin asistir a la escuela primaria donde cursaba el sexto grado. Las dificultades se presentan ahora que ingresó a secundaria.

Mariana acompaña a diario a su mamá a la Central de Abasto, donde pasa toda la mañana cocinando los alimentos que a partir de la hora de la comida venden desde un carro que empujan por los reducidos pasillos de la zona comercial más grande de la ciudad.

A la par de las complicaciones económicas, María de la Paz identifica la falta de acompañamiento del profesorado de la secundaria pública donde para que les ayuden a entender los contenidos que no comprenden.

Asistir al menos una vez a la semana al Centro de Apoyo al Niño de la Calle (Canica), donde Mariana es parte de los 125 menores que trabajan en calle o acompañan a sus tutores a trabajar, les ha permitido a ambas sortear esas dificultades.

Incertidumbre y dudas

s que se encarga de apoyar en sus tareas a Mariana identifica la incertidumbre para quienes tienen hijas e hijos en edad escolar y al mismo tiempo vínculos desfavorables con la calle por ser su lugar de trabajo.

La primera incógnita al cerrarse en marzo las escuelas para mitigar los contagios por SARS-CoV-2 fue saber cuándo se abrirían de nuevo las escuelas y cómo se realizarían los procesos de aprendizaje.

En esa cadena de dudas el impacto mayor fue para las familias que tienen un acercamiento limitado a la tecnología y les cuesta todavía cumplir con las exigencias escolares como escanear tareas o tomarles fotografías para después convertirlas en archivos PDF.

“Tratamos de que entiendan la tarea, porque perdieron la guía del maestro que tenían todos los días en la escuela, pero sólo podemos darles asesoría una vez por semana”, explica el educador de CANICA, una organización que durante la fase más crítica tuvo que cerrar sus puertas y ahora opera con las medidas de prevención.

Junto con el Instituto de Integración y Asesoría Comunitaria (IIAC) y la ex Hacienda San José Espacio Cultural, CANICA impulsa la campaña Conectando la Educación, Conectamos Sueños para adquirir dispositivos y paquetes de internet para 144 niñas, niños y adolescentes que atienden ambas organizaciones.

La campaña que estuvo vigente en la plataforma digital HIPGive hasta el pasado 10 de diciembre, se amplió para que en el resto del año las personas puedan hacer donaciones en especie de computadoras o tabletas en buenas condiciones o haciendo donativos a la cuenta de CANICA.

El director de la organización, Francisco Bucio Escobedo, estimó que a través de la plataforma HIPGive se lograron recaudar casi el 60 por ciento de los 120 mil pesos que se plantearon como meta.

“Se amplió el tiempo de duración de la campaña porque no hay una fecha certera para el regreso presencial de las actividades escolares”, ya que si bien se supera la pandemia la educación estará más recargada en los modelos no presenciales.

“Va a ser fundamental garantizar el acceso a las tecnologías e internet”, sobre todo para familias como la de María de la Paz y Mariana que viven en la ciudad de Oaxaca y conforman ese 40 por ciento de hogares que en el país no tienen acceso a internet porque no pueden pagar por el servicio.

En México

  • Desde el 20 de marzo la SEP decidió cerrar más de 254 mil escuelas públicas y privadas de educación básica y media superior.
  • Por la pandemia 30 millones de alumnos y alumnas estudian a distancia.

En Oaxaca

  • Para el ciclo escolar 2020-2021 están inscritos 945 mil alumnos y alumnas.
  • Existen 13 mil 821 escuelas de nivel básico.
  • 4 de cada 10 familias mexicanas carecen de internet.
  • 6 de cada 10 hogares carece de computadora.

Primer período vacacional

Inicia este 19 de diciembre Y concluye el 10 de enero de 2021.

Noticia extraída de NVI Noticias
Escrita por Nadia Altamirano
Con fotografías de Emilio Morales
Fecha de publicación: Vie, 12/18/2020 – 09:24
Link de la información: https://www.nvinoticias.com/nota/170110/vacaciones-de-fin-de-ano-un-respiro-economico-para-familias-en-oaxaca